Remarketing, el lazarillo online del usuario
El remarketing es el lazarillo online del usuario. Ese anuncio que acompaña al potencial consumidor hasta el fin de su sesión.
Un usuario empieza a ser escoltado por los anuncios de un sitio web que ya ha visitado, desde el momento en el que acepta la instalación de cookies para continuar navegando por esa página. Las maniobras de remarketing serán distintas, según los niveles de interacción que haya llevado a cabo ese usuario en dicho sitio. A mayor interacción, más agresiva será esa estrategia. Anuncios para resaltar la marca, para vender productos, o para fidelizar clientes; de texto, imagen o vídeo; le aparecerán en buscadores, redes sociales e incluso en correos electrónicos. Las posibilidades que ofrece el remarketing parecen hoy por hoy infinitas.
La técnica del remarketing se ha convertido en una de las estrategias más ventajosas para las grandes compañías comerciales. Esta técnica permite hacer que el smartphone, el crucero, o el MBA por el que el usuario se ha interesado, le sigan durante semanas en su rutina de navegación diaria. Al ser campañas publicitarias en las que ya existe un primer contacto entre potencial consumidor y producto, estas suelen ser más eficientes, baratas y rentables para las compañías. Los anuncios son totalmente personalizables, en relación a la fase en la que el usuario haya abandonado el proceso de compra. Además de excluyentes, por ejemplo para usuarios que tras hacer clic en uno de los anuncios, se acaben convirtiendo en clientes.
Pero no todo alrededor de estas estrategias, depende de las decisiones que tomen los responsables de las campañas de remarketing. El comportamiento de navegación y las decisiones que determine el usuario, van a condicionar su rendimiento. Por un lado, para que se produzca una campaña de remarketing efectiva, el usuario debe llevar a cabo toda su rutina de navegación desde una misma sesión. Puede darse el caso por ejemplo, que dicho usuario realice las búsquedas de sus potenciales compras desde una sesión en el trabajo, y navegue a través de otra desde casa. Esta circunstancia provocaría que el usuario recibiese un tipo de publicidad distinta según la sesión desde la que estuviese navegando. Algo similar sucede con las navegaciones en incógnito, en las que la caché o cookies se eliminan de forma automática al cerrar cada sesión. Circunstancia que provoca que las estrategias de remarketing queden automáticamente fuera de este escenario.
Otra de las determinaciones que van a condicionar su productividad, es la respuesta del usuario frente a este tipo de campañas. Desde enero de 2018, Google ofrece a sus usuarios la oportunidad de controlar el tipo de anuncios, y la frecuencia con la que estos se les aparecen al navegar. Una medida complementaria a la opción de silenciar los anuncios mostrados, que Google brinda desde 2012. Con esta disposición se les ofrece además, la posibilidad de indicar el motivo por el cuál no quieren seguir viendo ese anuncio concreto, y aplicar la decisión a todos los dispositivos a través de los que el usuario navega desde esa misma sesión.
Son medidas todas estas llevadas a cabo con la finalidad de optimizar la segmentación y el rendimiento de las estrategias de marketing de estas compañías, además de aumentar la satisfacción y experiencia de los usuarios o potenciales clientes a los que se dirigen.
Departamento de Marketing